OBRAS DE TÍTERES
 

CARTUCHO Y LOS ANIMALITOS SABIOS
 

de

GABRIEL DE LOURDES FIORITO

 

Mientras se escucha la voz de un narrador (en off), se va desplegando a la vista del público una especie de banderín con el nombre de la obra:

 

 

CARTUCHO Y LOS ANIMALITOS SABIOS

  

(Voz en off)

 

“En la “República Frivolina”, vivían unos habitantes muy pero muy especiales…

 

Tan especiales eran, que tenían especial interés por cazar animalitos, especialmente, aquellos más especiales, los que formaban parte de las especies en peligro de extinción, como por ejemplo: variedades de ranas, lagartos, lagartijas, zorros, tortugas, águilas y aguiluchos, elefantes, chimpancés, leopardos, rinocerontes y ballenas, entre otras, muchísimas otras más.

 

A los habitantes de “Frivolina”, se los conoce tristemente como “Frivolinos”, porque aunque se creen muy inteligentes, la verdad es que son muy tontos, y tristemente piensan que tienen una vida feliz, que tristemente, es muy pero muy triste.

 

La historia que aquí comienza, es lo que le sucedió una vez a “Cartucho”, el más triste “Frivolino” de toda la “República Frivolina”.

 

 

Suena una melodía fúnebre.

Comienzan a aparecer, de a uno por vez, tres cabezas de animales. Son los trofeos de caza de Cartucho.

 

Aparece primero una cabeza de ciervo, luego un tatú carreta y por último, una cabeza de mara.

 

Asciende el Rey Sol.

 

Comienza a sonar una nueva melodía y aparece Cartucho muy contento.

 

CARTUCHO: (Desperezándose)

¡Ay qué bien dormí!

¡Buenos días Rey Sol,

buenos días mis trofeos!

¡Qué cara tenemos hoy!

(Irónicamente) ¿Durmieron bien?

¿O tuvieron que contar

ovejitas hasta cien? (Ríe con sarcasmo).

 

¡Qué día tan hermoso

para salir a cazar osos!

Prepararé mi artillería

¡y me iré de cacería!

Una ducha bien caliente,

¡y saldré armado hasta los dientes!

 

Cartucho se prepara para salir. Sale de escena y vuelve a aparecer armado cual soldado en guerra.

 

CARTUCHO:

¡Ja ja! Ya estoy listo para salir de caza.

¡Uy, no! Me olvidaba de mi taza.

(Vuelve a salir. Regresa con una taza.)

 

¡Ahora sí, tengo todo preparado!

¡Oia, no! Me olvidaba del candado.

Pondré candado a la puerta,

¡qué peligro si queda abierta!

No sea cosa que mis trofeos,

¡quieran irse de paseo! (Ríe).

 

(Señalando de una a una las cabezas.)

A éste lo cacé hace un año,

¡era un ciervo de buen tamaño!

A éste tatú carreta

lo cacé con escopeta.

 

A ésta, hace dos meses,

y aunque a liebre se parece,

en verdad se llama mara,

y su piel ¡es la más cara!

 

¡Yo soy el Gran Cartucho!

Y como ven, hablo mucho…

Bueno… ¡basta de hablar!

¡Ya mismo salgo a cazar!

 

Como dijo Don Olguín:

¡Chau chau, hasta lueguín!

 

Sale. Suena un motor de automóvil que se enciende.

Aparece Cartucho en su automóvil. Canta.

 

Me voy de cacería, me voy de cacería,

me voy de cacería con el auto de mi tía.

Me voy de cacería, me voy de cacería,

me voy de cacería con el auto de mi tía.

 

Voy a cazar un oso, voy a cazar un oso,

voy a cazar un oso peludo y pecoso.

Voy a cazar un ciervo, también un elefante,

alguna que otra cebra, ¡que son muy elegantes!

 

Me voy de cacería, me voy de cacería,

me voy de cacería con el auto de mi tía.

Me voy de cacería, me voy de cacería,

me voy de cacería con el auto de mi tía.

 

Voy a cazar un zorro, un zorro y un zorrino,

dicen que está prohibido, ¡me importa tres pepinos!

¡Me importa tres pepinos, me importa tres pepinos!

Yo soy el gran Cartucho, de todos el más fino.

 

 

Divisa un montículo rosado. Frena bruscamente.

 

CARTUCHO: ¡Ay qué chucho, cucurucho!

Si los frenos no apretaba…

¡seguro que me la daba!

 

¡Oia…! ¡Qué piedra tan grande!

Aprovecharé para bajar

y un buen rato descansar…

 

Baja del automóvil y se recuesta sobre la piedra.

La piedra empieza a mecerse.

 

CARTUCHO: ¿Será que me falla el coco

o esta piedra baila un poco?

 

En ese momento, la piedra que no es piedra, empieza a barritar y se levanta. Es un hermoso elefante rosado. La escena se congela y aparece un cartel que dice: TROMPIS MORADO / EL ELEFANTE ROSADO.

 

CARTUCHO: (Se asusta y tiembla) ¡Ay qué chucho, Don Cartucho!

 

TROMPIS: Mmmmuy buenos días, ser humano, ¿qué lo trae por acá?

 

CARTUCHO: Buenos días “elefanta”, eh… nada en particular…

 

TROMPIS: Se equivoca, ser humano,

no soy una elefanta.

Me llamo Trompis Morado,

el elefante rosado.

 

CARTUCHO: (A público) ¡Con todas las de la ley, este elefante es gay!

 

TROMPIS: Discúlpeme ser humano,

hay algo que no está bien…

¿Qué problema tiene usted

con el color de mi piel?

(Barrita. Cartucho tiembla).

 

CARTUCHO: Eh… nada nada…

En el mundo en que yo vivo,

el rosado es de mujer,

y si usted es un varón,

¡celeste tiene que ser!

 

TROMPIS: ¡Qué poco cerebro tiene!,

qué arcaico su pensamiento,

¡cuánto prejuicio en vano!

usted no es un ser… humano.

 

¡Yo estoy muy feliz con el color de mi piel!

Realmente usted me apena…

“Discriminar no está nada bien,

ante los ojos de Dios,

todos somos iguales”.

 

Usted no es un ser humano,

usted es un… ¡mal bicho!

 

CARTUCHO: (Se enfurece). ¡Bueno basta! ¡Ya es suficiente!,

te mostraré quién soy yo, ¡te sacaré hasta los dientes!

(Le apunta con su escopeta).

 

TROMPIS: Usted me hace reír…

¡No son dientes cabeza de tuna!,

son colmillos de marfil,

¡y cuestan una fortuna!

(Para sí). ¡Uy, se lo dije! ¡Qué tonto! ¡Tonto, tonto, tonto soy!

 

CARTUCHO: ¡Ja, ja! ¡Gracias por el dato!

¡Esos valiosos colmillos,

se los serrucho en un rato!

 

Cartucho saca un serrucho. Suena una música de suspenso. Forcejean y el elefante con la trompa le arrebata el serrucho y lo arroja lejos. Cartucho tiembla. El elefante barrita.

 

TROMPIS: Ahora sí estamos a mano,

venga sin armas, hermano.

(Se pone en guardia).

Y por si no le quedó claro,

con mi supertrompa morada,

le enseñaré los orígenes

¡de la palabra “trompada”!

 

Sale un cartel que dice: 1° ROUND. Suena  campanilla de boxeo.

 

CARTUCHO: Eh… no, está bien Sr. Trompis, muchas gracias… eh…

fue un gusto haber conocido a un elefante rosado,

¡realmente estoy encantado!,

¡cómo me gustan los elefantes rosados!

Ja, ja, qué bien… voy a buscar mi automóvil,

hasta luego Sr. Trompis,

un gusto hablar con usted, eh… ¡adiós!

(A público) ¡Qué chucho Cartucho!

 

REY SOL: (Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Así es Trompis Morado,

Cartucho está equivocado.

Estos seres humanos

me tienen bastante cansado.

Algún día me iré a un planeta

más evolucionado.

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Querido Trompis Morado,

no te sientas discriminado.

No existe problema alguno

con que seas color rosado,

blanco, negro o colorado. 

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Por experimentado y por viejo,

te doy un sabio consejo:

para ser un gran campeón,

¡hay que tener buen corazón!

 

ELEFANTE: Así es Rey Sol, así tiene que ser.

Don Cartucho tiene mucho,

¡pero mucho que aprender!

 

Suena una melodía. El elefante se va.

Luego de unos instantes, aparece una jirafa diciendo un trabalenguas. Mientras lo dice, asciende un cartel que dice: RAFAELA, LA JIRAFA / “CHICLE”, PARA LOS AMIGOS

 

RAFAELA: Había una vez una gata ética pelética, pelinpanplética, pelada, peluda, pelinpanpluda. Tuvo seis gatitos éticos, peléticos, pelinpanpléticos, pelados, peludos, pelinpanpludos. Si la gata no hubiese sido ética, pelética, pelinpanplética, pelada, peluda, pelinpanpluda, los seis gatitos no serían éticos, peléticos, pelinpanpléticos, pelados, peludos, pelinpanpludos.

 

CARTUCHO: ¡Por los dioses de México,

este bicho es anoréxico!

 

RAFAELA: (Se asusta y tiembla) ¡Ayyy! ¡Un ser con escopeta!

¿Quién me saca de ésta?

“¡¡¡Ashuda, ashudaaa!!!”

 

CARTUCHO: ¡Cierre la boca, flaca loca!

 

RAFAELA: “¡¡¡Ashuda, ashudaaa!!!”

 

CARTUCHO: ¡Cállese de una vez, que me causa mucho stress!

 

RAFAELA: ¡Por favor, ser extraño,

¡no me haga ningún daño!

Pasa que cuando me asustan,

¡necesito ir al baño!

Me pasa también cuando me río,

y cuando me pica la nariz,

le juro que no me aguanto…

¡me termino haciendo pis!

 

CARTUCHO: (A público) Veré si tiene cosquillas,

la Reina de la Costilla.

(Empieza a hacerle cosquillas a la jirafa).

 

RAFAELA: ¡Ay, no, por favor! ¡Ah ja ja ja ja ja ja!

¡Oh, jo, jo, jo, jo, jo, jo!

“¡¡¡Ashuda, ashudaaa!!!”

 

CARTUCHO: ¡Bueno basta, que me voy a encariñar!

Y yo, flaca Pincha Nubes, me la tengo que llevar.

 

RAFAELA: ¡Oh, no no no no no! Aquí hay un grave error.

Una amiga una vez tuve,

le decían Pincha Nubes.

Yo me llamo Rafa Ji,

Rafa de Rafaela,

la jirafa con escuela.

 

CARTUCHO: Lo único que me faltaba,

¡una jirafa parlanchina!

que le sobran las palabras

¡y le faltan vitaminas!

 

RAFAELA: Disculpe ser extraño, ¿qué está diciendo de mí?

 

CARTUCHO:

Que no debe estar muy bien

¡es más finita que un alambre!

¿Usted quiere ser modelo?

¿¿¿Por qué se mata de hambre???

 

Su delgadez no es normal,

su cuello: ¡descomunal!

No está bien ser tan flacucho,

se lo dice el Gran Cartucho.

 

RAFAELA: Mire Señor Cartucho,

conmigo usted no se meta

tengo una vida muy sana,

CON salud, ¡SIN escopeta!

 

¿Qué le importa si soy flaca

o desproporcionada?

Soy experta en trabalenguas…

¡soy todo una licenciada!

 

De lo que me pregunte yo sé

porque amo estudiar

¿qué talentos tiene usted?

¡dígame, sin dudar!

 

CARTUCHO: ¿Yo? Eh… bueno… tengo buena puntería… sé cazar…

 

RAFAELA: ¡Ahjá… mire!… ¡qué talento, eh!

¡qué “hoshible!”, ¡qué “hoshible!”,

¿qué más?, ¿qué más? ¿mmm?

 

CARTUCHO: Eh… sé tirar muy bien con escopeta…

 

RAFAELA: Ha dicho lo mismo con otras palabras…

¡Qué “hoshible” Señor Cartucho!… ¡qué “hoshible!”,

¿qué más? ¿qué más? ¿mmm?

 

CARTUCHO: Eh… bueno… ¡Soy muy buen cazador!

                    

RAFAELA: ¡Y muy buen charlatán!

Ha dicho lo mismo tres veces tres,

¡qué poco creativo es!

 

¡Ay! Tres… tres… tres…

me acordé de un trabalenguas:

 

Tres tristes tigres de traje

toman tres tragos de brebaje

de agrio trigo trigueño

de tres trigales tres

Mientras otros treinta y tres tristes tigres de traje

toman trescientos treinta y tres tragos de brebaje

de agrio trigo trigueño

de otros tres trigales tres.

 

CARTUCHO: ¡Bueno basta! ¡Suficiente!

(A público) La jirafa Rafaela ¡está más loca que mi abuela!

 

RAFAELA: (Sin escucharlo, continúa con otro trabalenguas)

Una vieja pisa paja, mientras pasa paja pisa,

una vieja pisa paja, mientras pasa paja pisa…

 

CARTUCHO: ¡Oiga! ¡Pare un poco la lengua!

¡Loca del trabalenguas!

 

RAFAELA: ¡Nada mejor que un buen trabalenguas,

para relajar los labios

y destrabar la lengua!

 

Diga éste, diga éste:

 

Había una vez una almeja, en Almendralejo,

muy vieja, revieja, recontra revieja.

Tenía tres almejos, en Almendralejo,

muy viejos, reviejos, recontra reviejos.

En Almendralejo, muy lejos, relejos,

vivía la almeja del viejo almejal.

En Almendralejo, muy lejos, relejos,

vivían los almejos del viejo almejal.

 

CARTUCHO: ¡Auxilio, socorro, le ruego, le imploro!

¡Cierre ya su boca, habla más que un loro!

 

RAFAELA: Un chanchito de la China, no relincha, sí rechina

un mosquito de Pekín, pica poco, poquitín.

Un chanchito de la China, no relincha, sí rechina

un mosquito de Pekín, pica poco, poquitín.

 

CARTUCHO: ¡Noooo! ¡No aguanto más a este bicho rancio!

¡Me ha ganado por cansancio! ¡Aaahhhhhhh!

(Cartucho huye despavorido).

 

RAFAELA: ¡Ayyyyy! ¡Los trabalenguas me salvaron!

¡Menos mal que fui a la escuela!

 

REY SOL: ¡Más fuerte que su escopeta

fue tu lengua, Rafaela!

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Veo que el Gran Cartucho,

no aprende ni poco ni mucho.

¿Será posible que no entienda

que somos todos iguales?

Que lo importante es la esencia

¡y aceptar las diferencias!

Que justamente es eso

lo que nos hace únicos e irrepetibles

Aprender hasta los huesos

que DISCRIMINAR ES HORRIBLE.

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Voy a ver qué sucede

en su próximo encuentro

y si veo que no aprende

me iré a otro firmamento.

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Se empieza a escuchar la siguiente canción, y en seguida aparece quien la canta: un CHANCHO JABALÍ. Asciende un cartel que dice: MENGANO / EL CHANCHO SOPRANO.

 

Canta:

 

PASTAS Y POSTRES

DE MIL SABORES

DIEZ HAMBURGUESAS

CIEN MILANESAS.

 

PARA MÍ SOLO

¡MILES DE PANCHOS!

ME COMO TODO

¡PORQUE SOY CHANCHO!

 

Llega Cartucho, lo ve, deja su automóvil y se le acerca con el arma.

 

MENGANO: ¡Epa, alto ahí ser humano!

¿Qué es lo que trae entre manos?

 

CARTUCHO: Le diría que aproveche a comerse todo ahora,

porque el Gran Cartucho dice, ¡que le llegó la hora!

 

MENGANO: ¿La hora de qué? ¿Está loco usted?

¿Qué hace con eso? Le juro… ¡no tengo un peso!

 

CARTUCHO: ¿Cómo que no tiene un peso?

¡Se lo ve con sobrepeso!

 

MENGANO: A las críticas, oídos sordos.

¿Qué le importa si soy gordo?

 

CARTUCHO:  Es que estando así de obeso,

nadie le va a dar un beso.

Le voy a dar, Señor Porcino,

un pequeño consejito:

largue los postres y el vino,

es mejor estar flaquito.

 

MENGANO: Lo que le voy a responder,

no lo aprendí de la ciencia:

MÁS IMPORTAN LOS AFECTOS,

QUE CUIDAR LAS APARIENCIAS.

Y téngalo siempre en cuenta,

que la capacidad de amar

es algo que no se puede,

con el dinero comprar.

 

CARTUCHO: En la moda de estos tiempos,

y más en este país,

un gordinflón como usted,

no puede ser tan feliz.

 

MENGANO: El de ustedes, los humanos,

es un mundo de necios,

manosean los valores,

quieren fama a cualquier precio.

 

La pinta es lo de menos…

¡yo soy un chancho bueno!

 

Que me gusta comer mucho…

no lo niego: ¡SÍ, SÍ y SÍ!

¡YO SOY GORDO Y SOY FELIZ!

¡SOY EL CHANCHO JABALÍ!

 

Tengo a mi bella Rosina,

que es una hermosa porcina,

y 3 chanchitos lindísimos,

que son siempre perseguidos,

por un lobo malísimo,

pero bueno… ese es otro cuento…

 

Además tengo talento:

¡canto hermoso, no le miento!

Mientras usted con su escopeta,

¡va destruyendo el planeta!

¡Chupate esa mandarina,

cerebrito de gallina!

 

Canta:

 

PASTAS Y POSTRES

DE MIL SABORES

DIEZ HAMBURGUESAS

CIEN MILANESAS.

 

PARA MÍ SOLO

¡MILES DE PANCHOS!

ME COMO TODO

¡PORQUE SOY CHANCHO!

 

 

Cartucho lo interrumpe.

 

CARTUCHO: ¡Bueno basta de cantar!

¡Que me va hacer emocionar!

 

Con todo lo que ha dicho,

¡hasta la piel se me eriza!

(A público) ¡¿pero miren cómo piensa

este chancho “comepizza”?!

 

MENGANO: Por supuesto que pienso.

SOY CHAN-CHO PE-RO NO BO…

 

CARTUCHO: ¡Epa! ¡Epa! CHAN-CHI-TO,

¡O-JI-TO, O-JI-TO!

 

MENGANO: SOY CHANCHO PERO NO BOBO,

es lo que iba a decir.

 

CARTUCHO: ¡Ah…!

 

MENGANO: Y ahora si me disculpa,

voy empezando a salir…

presiento que está en problemas

el menor de mis chanchitos

el lobo con tres soplidos

¡quiere arrasar su ranchito!

 

(Susurra. Quiebre.) Además… le toca al Rey Sol, Cartucho…

 

Se va cantando.

 

REY SOL: (Con una voz todopoderosa, con efecto de cámara)

Ay, ay, ay, mi camarada,

No has aprendido nada.

 

CARTUCHO: ¿Eh? ¿Quién me habla?

¡Oh! ¡Escucho voces!

(A sí mismo.)

¡Cartucho pará un poco,

que te vas a volver loco!

Tranquilo Cartuchito,

tranquilo tranquilito…

 

REY SOL: (Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

¡Soy yo quien te está hablando!

Y desde acá estoy observando,

que no has aprendido nada…

y mi alma está apenada…

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

Veo que no interpretaste

ninguna de las señales

que me encargué de mandarte

con los sabios animales.

 

CARTUCHO: ¡Esto es cosa del demonio!

¿habla el sol o estoy “del moño”?

 

REY SOL: Ni del moño ni de corbata

¡Cabecita de patata!

 

¿Quién te hizo creer

que tenés tanto poder?

¿Qué es eso de andar matando

animalitos por doquier?

 

(Suspira en dos tiempos: inspira y expira de manera audible).

 

¡Cartucho me tenés harto!

Me cansé de tus acciones.

Hacia un nuevo mundo parto

¡Ojalá que reflexiones!

¡Adiós!

(Se va llevando una valija antigua).

 

CARTUCHO: ¡Ey! ¿Qué hace Rey Sol?

¡Tenga un poco de piedad!

Si usted se marcha, este mundo…

¡tendrá eterna oscuridad!

 

¡Escúcheme Rey Sol!

¡Los errores fueron míos!

¡¡¡Vuelva pronto, por favor!!!

¡Que se empieza a sentir frío!

 

¡Qué desgracia, Doña Pancracia!

¡Esto es insoportable!

¡Soy el Rey de la Falacia!

¡¡¡Le ruego Rey Sol que hable!!!

 

TROMPIS: ¿Qué le pasa ser humano?

¿Por qué tanto griterío?

 

CARTUCHO: El Rey Sol se ha marchado…

¡Y moriremos de frío!

¡Buahhhhh! (Llora desconsoladamente)

 

MENGANO: ¿Qué es lo que está pasando?

¿Qué sucede compañero?

A todos está despertando

¡No llore que queda fiero!

 

CARTUCHO: ¡El Rey Sol se ha marchado!

¡Y todo por mi malvivir!

Díganme ¿¿¿cómo puedo

esta situación revertir???

 

TROMPIS: Una grandísima idea:

¡llamémoslo todos juntos!

Que nuestro grito se escuche

¡del otro lado del mundo!

 

TODOS: ¡Rey Soooool!

¡Rey Soooool!

 

(Se miran entre sí. Silencio. Rey Sol no aparece).

 

TROMPIS: ¡Más fuerte! ¡Tenemos que llamarlo

con más fuerza y convicción!

Que sea más verdadero,

¡que salga del corazón!

 

TODOS: (Toman aire) Uno, dos, ¡tres!

¡¡¡REY SOOOOOL!!!

¡¡¡REY SOOOOOL!!!

 

CARTUCHO: ¡Rey Sol! ¡Otra oportunidad!

¡Se lo pido de rodillas!

¡Por toda la humanidad!

 

TODOS: (Toman aire otra vez) Uno, dos, ¡tres!

¡¡¡REY SOOOOOL!!!

¡¡¡REY SOOOOOL!!!

 

REY SOL:

¡Ay, ay, ay, pero miren qué coraje!

¿cómo se les ocurre

Interrumpir así mi viaje?

 

Bueno, ahora estoy acá otra vez

y espero de corazón

que abran bien los oídos

y presten mucha atención:

 

ALGUNOS ANIMALITOS FUERON PUESTOS EN LA TIERRA,

PARA QUE SEAN DE LOS HOMBRES SU ALIMENTO.

MÁS NUNCA PARA MATARLOS

POR MERO ENTRETENIMIENTO.

 

SI TANTO TE GUSTA TIRAR CON TU ESCOPETA,

EXISTE MÁS DE UNA BUENA OPCIÓN

EL TIRO AL BLANCO POR EJEMPLO

ES UNA BUENA ELECCIÓN.

 

NADIE TE PROHIBE QUE LO HAGAS

CON UNA SOLA CONDICIÓN:

 

LA VIDA ES SAGRADA EN TODAS SUS FORMAS

RESPETARSE Y RESPETARLA

ES LA MÁS SANA DE LAS NORMAS.

 

NO A LA CACERÍA DE ANIMALES

EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.

 

NO A CUALQUIER FORMA

DE DISCRIMINACIÓN.

 

SÍ A CANTAR JUNTOS

ESTA PRECIOSA CANCIÓN:

 

 

HOY ES UN HERMOSO DÍA

HOY NUESTRO AMIGO PUDO VER

QUE EL SENTIDO DE LA VIDA

¡ES APRENDER Y CRECER!

 

A CARTUCHO EL SOL LE DIJO

QUE LO IMPORTANTE ES LA ESENCIA

DESCUBRIR QUE HAY ALGO MÁS

DETRÁS DE LAS APARIENCIAS.

 

NUNCA ES TARDE PARA VER

QUE NO TODOS SOMOS IGUALES

Y ESO NOS HACE SER

¡GENIALES, ORIGINALES!

 

YO, YO SOY RAFAELA,

Y LLEVO ORGULLOSA ESTA DELGADEZ

YO, SOY TROMPIS MORADO,

Y YO SOY ROSADO Y ME SIENTO BIEN

YO, SOY EL GRAN CARTUCHO,

Y LOS QUIERO MUCHO SIENDO TAL CUAL SON…

¡DESCUBRÍ EL AMOR!

 

SI PODEMOS VER MÁS ALLÁ

DE NUESTRAS PROPIAS NARICES

PODREMOS SER, SIN DUDAR,  

¡MUCHÍSIMO MÁS FELICES!

 

GUARDAR EN EL CORAZÓN

LOS MOMENTOS COMPARTIDOS

UNA MIRADA, UNA SONRISA,

EL ABRAZO DE UN AMIGO.

 

YO, YO SOY RAFAELA,

Y LLEVO ORGULLOSA ESTA DELGADEZ

YO, SOY TROMPIS MORADO,

Y YO SOY ROSADO Y ME SIENTO BIEN

YO, SOY EL GRAN CARTUCHO,

Y LOS QUIERO MUCHO SIENDO TAL CUAL SON…

¡DESCUBRÍ EL AMOR!

 


FIN


Gabriel de Lourdes Fiorito

                                                         

 


CARTUCHO Y LOS ANIMALITOS SABIOS

(Teatro de Títeres, de Gabriel Fiorito)
Estrenada el 7 de Mayo de 2009 en el marco de la 35ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. 

Gabriel de Lourdes Fiorito.

Actor, director y también adaptador y escritor.

Gabriel Fiorito nació en la ciudad de Sunchales, (Santa Fe) el 3 de Septiembre de 1971. Es egresado -Promoción ’95- de la Escuela Nacional de Teatro y Títeres de la ciudad de Rosario (donde residió 7 años) y, actualmente, está cursando la Licenciatura en Dirección Escénica en el IUNA (Ex – Conservatorio) Buenos Aires. Se desempeña como actor desde el año '94 en que estrenó su primera obra de teatro en Rosario. Desde el año ‘99 se desempeña como docente iniciándose en esta actividad en la U.P.R. (Universidad de Puerto Rico, San Juan) y desde el año 2003 se ha volcado también a la dirección. 

Información de: http://www.alternativateatral.com/persona6461-gabriel-fiorito