Es
voz común que a más del mediodía,
en ayunas la Zorra iba cazando;
halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.
Causábale mil ansias y
congojas
no alcanzar a las uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó, y anduvo
en probaduras;
pero vio el imposible ya de fijo;
entonces fue cuando la Zorra dijo:
- No las quiero comer; no están maduras.