La
hija de un granjero llevaba un recipiente lleno de leche a vender al
pueblo, y empezó a hacer planes futuros:
- Cuando venda esta leche, compraré trescientos huevos. Los huevos,
descartando los que no nazcan, me darán al menos doscientos pollos.
Los pollos estarán listos para mercadearlos cuando los precios de
ellos estén en lo más alto, de modo que para fin de año tendré
suficiente dinero para comprarme el mejor vestido para asistir a las
fiestas donde todos los muchachos me pretenderán, y yo los valoraré
uno a uno.-
Pero en ese momento tropezó con una piedra, cayendo junto con la
vasija de leche al suelo, regando su contenido. Y así todos sus
planes acabaron en un instante.
No te ilusiones
con lo que aún no tienes.
Esopo